La oferta de contenidos infantiles se ha multiplicado en los últimos años gracias a los canales temáticos. Los más pequeños pueden disfrutar de una programación adaptada a su edad. Sin embargo, los expertos advierten de algunas carencias de los nuevos programas, como es la falta de realidad. Por ejemplo, Ana Romero, psicóloga infantil, advierte de la falta de figuras reales que los niños puedan ver y sentir más cercanas. «Los referentes son hoy en día personajes de ficción y normalmente presentan modelos de familia y de comportamiento que poco tienen que ver con la realidad y con nuestra cultura», asegura. Y es que, poco a poco, las cadenas de televisión han ido eliminando la figura del presentador en los programas infantiles y juveniles.
¿Quién no recuerda a Miriam Díaz Aroca, que cada sábado se metía en los hogares con los más pequeños gracias a su «Cajón desastre»? El programa tomó el relevo de otro mítico espacio infantil, «La bola de cristal», en la que los electroduendes y la bruja Avería compartían el protagonismo con Alaska. Y otros muchos presentadores la precedieron y otros tantos la siguieron. Hasta ahora, que sólo «El Club del Pizzicato», que se emite los sábados en La 2, cuenta con un presentador, Fernando Argenta, que transmite de forma divertida y didáctica el amor por la música a los más pequeños.
Las novedades
Pues bien, en medio de esta sequía de presentadores, regresa un clásico: «Art Attack». Desde el pasado mes de junio los nuevos episodios del conocido programa de manualidades se podía disfrutar en el canal de pago Disney Junior, pero ya es posible verlo en abierto las mañanas de los fines de semana a partir de las 9:30. Guillermo Martínez, de 23 años, es el encargado de explicar y realizar todas las manualidades propuestas por este original espacio.
Martínez ya había participado en programas de la cadena y para él trabajar en el canal es «ir a pasártelo genial, aunque siempre pensando que tienes que hacerlo bien. Ves Disney desde fuera y quieres entrar a formar parte, y una vez dentro, es una experiencia increíble».
Las novedades de esta temporada no se quedan en el cambio de presentador, también desaparece el mítico «El cabezón», personaje que explicaba al final de cada manualidad los pasos principales para elaborarla. Le sustituye «Vicente Van Coco», una palmera con mucho interés en la ecología que tiene como cometido «incentivar a los niños a que utilicen lo que el medio ambiente les da, a no hacer ningún abuso y sobre todo a valorar lo que tienen cerca. Que no sea un “uso, tiro y compro otro”. No hace falta consumir tanto, si no más bien encontrar formas de reutilizar», comentó Marina Sconocchini, directora del programa, que añadió: «Queremos despertar en los niños la idea de que con la combinación de varias cosas puedes hacer otra». Ésta siempre ha sido una de las premisas de «Art Attack», el reciclaje de materiales que se pueden encontrar en cualquier hogar.
Llama la atención que un programa así continúe en los tiempos que corren, basados en las nuevas tecnologías y sobre todo en la prisa por conseguir todo lo más rápido posible. ¿El secreto de la supervivencia? Para Sconocchini está en «que lo ven tanto los niños como los adolescentes y los padres con sus hijos. Es un programa que despierta expectación. Atrae ver cómo se van transformando las cosas y te provoca la sensación de que lo puedes hacer sin siquiera salir de casa». Para Guillermo Martínez, el secreto reside en que «en “Art Attack” te tomas tiempo en hacer las manualidades y disfrutas del camino más que del resultado. Es increíble la satisfacción que les da a los niños hacer algo, conseguirlo y utilizarlo. Y están encantados de enseñar a todo el mundo lo que han logrado».
La máxima de las manualidades de «Art Attack» es la utilidad, que cumplan una función. «Sirven para tirar papeles, para acomodar las cosas, para guardar tus secretos, para recordar los cumpleaños de tus amigos, para medirte, etc… esto también es uno de los atractivos», explica la directora. Las actividades de esta temporada son novedosas y, aunque muchos de los materiales y técnicas son muy similares a las de los pasados años, se podrá aprender, por ejemplo, a dibujar con agua o sal.
Aquellos personajes
Miriam Díaz Aroca con su «Cajón desastre» o Alaska, con la bruja Avería y los electroduendes, en «La bola de cristal» han marcado una época, como lo hizo Letizia Sabater, hoy metida a concursante de «reality», en los noventa. El mundo de «Barrio Sésamo» con Espinete y sus amigos acercaba a los niños una imagen cotidiana de un barrio muy especial, y «Los Chiripitifláuticos» o «Los payasos de la tele» introducían a los niños en un mundo de fantasía a través de actores y payasos.
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